Tengo el presupuesto, pero…
Supongamos que ya tienen el anteproyecto definido, luego de varias reuniones con el estudio de arquitectura. Supongamos que ese estudio también tiene empresa constructora (que es en la mayoría de los casos), y reciben el presupuesto para la construcción de la vivienda con el sistema llave en mano.
Ahora empiezan las grandes dudas:
- ¿El precio es correcto?
- ¿No será demasiado caro?
- ¿Cómo puedo saber si se excedieron en los valores?
- ¿Por qué si cuando nos reunimos la primera vez con los arquitectos nos dijeron un precio por m2 y ahora es mayor?
Estas y algunas dudas más suelen crear una incertidumbre que es muy difícil de resolver.
No queda más alternativa, entonces, que solicitar un presupuesto a algún conocido de un conocido, o albañil o constructor que le hizo un trabajo a alguien cercano.
Resultado: en el 99% de los casos este último presupuesto resulta considerablemente menor que el del estudio.
¿Por qué sucede esto? Simplemente porque el que cotizó no tenia todos los elementos necesarios para presupuestar en detalle todo lo que el estudio poseía.
¿Entonces como se puede resolver este problema?
En realidad se debería pedir al estudio un pliego de especificaciones técnicas para poder tener un presupuesto que pueda compararse exactamente con el primero.
Ejemplos rápidos de algunas diferencias que pueden surgir en pocos ítems
Carpinterías: tomando como base una casa de 200m2 y con carpinterías en aluminio, con bastantes paños vidriados, la diferencia entre un tipo de aberturas puede oscilar en un valor entre $10.000 a $30.00 aproximadamente
Estructuras: entre una forma de materializar un tipo de estructura y otra similar, pueden existir diferencias del orden de los $5.000 a $10.000
Techos: siguiendo el mismo criterio, las diferencias pueden estar entre $10.000 y $20.000
Instalaciones sanitarias y de gas, electricidad, hasta $10.000
Mano de obra albañilería: aquí si puede haber una gran diferencia (entre $20.000 y $30.000) que mas que económica, puede llegar a ser peor, ya que si el personal de obra es contratado “en negro” se corre el riesgo de un juicio laboral, el cual no esta exento el propietario, aunque el contratista actuante fuera el responsable aparente.
Además de la diferencia en pesos, esta la resolución de los detalles de terminación tal como lo imaginó el arquitecto original.
Hay otro tema muy importante también a considerar: el anteproyecto, aunque fuera pagado al estudio, no da derecho a realizar la obra con otro profesional o contratista, ya que la propiedad intelectual y todos sus derechos, siguen perteneciendo al profesional.
Únicamente se podrá disponer libremente de los planos, abonando al arquitecto el proyecto, valor que debe estar representado por el 60% del total de los honorarios.
Entonces, ustedes se preguntaran: ¿Cómo puedo saber ese valor, si el estudio me presento un presupuesto llave en mano?
Sencillo: pidiéndole al profesional actuante, les presupueste sus honorarios, solo por proyecto, y además les entregue un pliego con las especificaciones. Eventualmente podrán contratar a ese mismo profesional para dirigir ese proyecto y no la construcción.
Valores estimados según el ejemplo:
Honorarios por proyecto: entre $40.000 y $60.000
Honorarios por dirección: entre $20.000 y $30.000
Conclusión: si el profesional es de confianza, ya que viene recomendado por alguna persona que haya realizado una obra con algún conocido, no busquen algo mas barato, ya que lo que parece barato termina siendo mas caro.
Y como siempre les digo…..mejor con un arquitecto.
Estimados colegas del otro lado del charco.
Navegando por la web, vine a parar a vuestro sitio y me pareció muy acertado el espacio «Notas del Estudio». En el cual se puede hablar sobre realidades similares a pocos kilometros de distancia, pero en países distintos.
El tema del pesupuesto es un tema recurrente en mis primeras armas como profesional joven. Me recibí en Diciembre de 2006, y mis primeras experiencias no han sido del todo fructíferas con clientes que aparte suelen ser, por lo general, conocidos.
El kit de la cuestión está en la primer pregunta que plantean ustedes.
La gente realiza una comparación erronea entre el presupuesto del estudio y el del constructor, hacelotodo, etc, conocido para tener una segunda opinión.
NO COMPARAN COSTOS, NI PRECIOS.
Comparan COSTOS DEL ESTUDIO vs. PRECIO DEL CONSTRUCTOR.
Y eso es un error muy frecuente por parte del cliente.
El cliente no tiene en cuenta, o no sabe como se componen los costos de hacer una casa.
No solo es el precio de MATERIALES Y MANO DE OBRA, Y EL MONTO IMPONIBLE (las leyes sociales).
LOS COSTOS DE HACER UNA CASA LEGALMENTE CON UN ESTUDIO DE ARQUITECTURA TAMBIÉN LO COMPONEN:
-honorarios profesionales.
-viáticos especiales (dependiendo de si la obra es lejos de la sede y los mismos se consideran aparte del honorario)
-permisos municipales
-gastos de papelería
-costos indirectos de sede (podrán ser mayores o menores dependiendo el porte del estudio)
Y podemos seguir pensando.
Pero el constructor por lo general, le pasa su jornal, los de su gente a cargo y los materiales. Donde el cómputo y metrajes de los mismos es «AL VOLEO» y luego, necesita ´más dinero porque se quedó corto.
POR ESO LO IMPORTANTE RADICA EN COMPARAR COSTOS, NO PRECIOS.
Esta es mi humilde opinión y seguiré leyendo vuestras notas que me parecieron muy sugerentes.
Saludos desde Montevideo y hasta pronto.
Nicolás, gracias por comunicarte. Sucede que muchas veces el comitente que decide construir una vivienda por primera vez, desconoce estos temas y se tienta con un precio que aparenta ser menor.
Un caso que pude comprobar fue el de un señor que pidió presupuesto a un albañil para una tarea de ampliación y arreglos varios. Me enteré por casualidad del precio de la obra, y lamenté no haberle pasado yo un presupuesto, ya que le hubiera costado bastante menos y lo que es mas insólito «con el mismo albañil» ya que tambien ese señor trabajaba para mi.
En general aconsejo no confiar tanto cuando el precio es más bajo que el promedio, sea quien fuera que lo cotizare.
Arqitecto Elías, llegué a esta página por casualidad y me quedé muy interesado leyendo.
Yo soy socio gerente de una pequeña empresa constructora y realmente me cuesta muchísimo competir con los «constructores» o alnañiles.
Es muy difícil hacerle entender al comitente la necesidad de cosntruir con el personal en regla (léase «blanco», ART ,etc.), porque al comparar precios con el «constructor», yo soy mucho mas caro … ni qué hablar cuando le digo que la facturación representa un 21% mas de I.V.A., un 2,5% de Ingresos Brutos (Pcia. de Buenos Aires) y el Impuesto a las ganacias. Obviamente quien no factura no paga NADA de todo esto.
Lo peor de todo es que cuando uno le muestra las cuentas al comitente, le demuestra que en realidad el «constructor» que trabaja en negro GANA MUCHO MAS DINERO QUE YO … esto es lo que pasa en la práctica.
Aunque uno se empeñe en hacer entender al comitente la necesidad de trabajar respetando las leyes (laborales, impositivas, etc.) y las consecuencias legales de no respetarlas, los que finalmente mandan son los números.
Nadie entiende que el propietario de la obra es el responsable final si no se le pagan aportes al personal y ni hablar si hay un accidente fatal. EL COMITENTE NO SABE QUE ES RESPONSABLE SOLIDARIO de la empresa constructora.
Es por eso que las pequeñas empresas necesitamos que los profesionales (arquitectos, ingenieros) cuando realicen un proyecto (y mas aún si realizan la dirección) de una obra, exijan o convenzan de alguna manera al comitente de la necesidad de trabajar respetando la ley.
El problema mayor son los arquitectos o ingenieros que quieren actuar como empresas constructoras (construir la obra que diseñan) desconociendo las leyes laborales, muchas veces por ignorancia o para ganar mayor cantidad de dinero. De esta manera, queda institucionalizado el trabajo en negro y los precios «de plaza» que se utilizan son SIEMPRE en negro, y los que trabajamos bajo la ley, quedamos ante el comitente como gente inescrupulosa que quiere robarlos, cuando generalmente nuestro beneficio es menor al del «constructor».
Muchas gracias y saludos.
Leandro, coincido con tus apreciaciones y el día que «todos» trabajen como corresponde, estaremos en igualdad de condiciones y se acabarán estos inconvenientes.
Sólo una aclaración respecto al IVA: si es única vivienda la alícuota no es 21% sino 10.50%.
Si vos tenés empresa propia al ser la mano de obra generada sin IVA, te permitirá finalizar la obra sin crédito fiscal.
Ahora bien, si subcontratás vas a pagar más IVA que el que tendrás que facturar.
Esto es un aliciente tanto para el constructor con personal propio, como para el comprador de una vivienda.